Gato sentado
Los gatos pueden oír tonos muchos más agudos que los perros. Los gatos tienen un sentido del equilibro extraordinario. Cuando se caen, casi nunca se hacen daño. Incluso se dice que siempre caen de pie. Y es verdad: cuando se caen de espaldas, primero giran la cabeza y las patas delanteras en dirección al suelo, luego la columna vertebral y por último las patas traseras. Además, frenan la caída al igual que un paracaídas estirando las patas y abriéndolas. Con esa habilidad son capaces de amortiguar suavemente prácticamente cualquier golpe.