La aleta traslúcida de la espalda parece arder en llamas y el caparazón de la espalda parece recién salido de un volcán. ¡Más vale no meterse con este lagarto gigante del mundo de lava! Cada vez que el Dragón de magma abre y cierra la mandíbula deja entrever su lengua. ¡Qué miedo!
Sus ojos amarillos miran con maldad y no muestran compasión. Aunque parece un ser de fuego, el Dragón de magma tiene un corazón frío como el hielo. Quien le molesta se arriesga a recibir un siniestro bufido que sale de su poderosa nariz. Y si esto no es suficiente, abre y cierra la mandíbula amenazante, y se le ve la gruesa lengua amarilla. ¡Calma! Nadie se acerca demasiado al Dragón de magma. Sería demasiado peligroso. ¡Podría quemarse los dedos con la aleta de llamas traslúcida de su espalda!