

El Giganotosaurus es negro como el carbón. Solamente tiene un dibujo rojo fuego en la columna vertebral llena de espinas. Parecen llamas. Puede triturar a sus enemigos con sus peligrosos colmillos. Abre y cierra la mandíbula atemorizando a quien se le pone delante. ¡Es mejor que no te acerques mucho!
¡Mucho cuidado! Basta con ver al colosal Giganotosaurus desde lejos para entender que no está para bromas. Su enorme cabeza parece estar formada solo por una dentadura. Y le encanta enseñar sus peligrosos colmillos puntiagudos. Abre su poderosa mandíbula y ruge tan fuerte que se le oye desde lejos. Seguramente está buscando presas a las que espantar. Una vez que las ha asustado, echa a correr sobre sus robustas patas traseras a hasta 50 km/h por la selva y empieza la persecución. No descansa hasta que atrapa a su presa. ¡Vámonos de aquí!