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El macaco japonés tiene una mirada tan simpática que parece que está sonriendo. Inclina su peluda cabeza con la pequeña cara rojiza: ¿tienes algo rico para mí? ¡No hay quien pueda resistirse a esa mirada! Le encanta la fruta fresca, como a todos los monos. Y le chifla la que es dulce, como los plátanos. El macaco japonés es curioso y sociable, y le gusta hacer nuevos amigos. Seguro que, una vez que te conozca, te deja que le rasques el espeso pelaje del lomo.
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Macaco japonés
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