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El Dragón de selva tiene totalmente dominado el mundo de selva. Nadie pone en duda su dominio. ¿Por qué? Basta con ver su poderosa mandíbula, con la que puede triturarlo todo. Enseña amenazador sus afilados dientes. Si te acercas demasiado a él, te dará un golpe y te hará mucho daño con su poderosa cola, que está cubierta de afiladas púas. Es mejor observar al dragón desde lejos cuando despliega sus enormes alas y levanta el vuelo. Allí arriba es donde más a gusto está, porque así puede controlar muy bien todo ELDRADOR®.