Con apariencia de nave espacial, el Lamborghini Veneno muestra brutalmente su potencia y velocidad. Un V12 con 750 CV y una velocidad máxima de 355 km/h difícilmente puede ser domesticado, ni siquiera en carreras lúdicas. El gigantesco alerón trasero proporciona la presión necesaria sobre el suelo para mantener en el suelo la carrocería metálica con neumáticos de goma y llantas deportivas.